Volver al orígen para avanzar
Hoy traemos para reflexionar un tema que personalmente siempre me ha importado y preocupado, la sustentabilidad, este tema que ahora está tan de moda y en boca de todos. Estoy muy agradecida que esté de moda, ya que invita a cada vez más gente a plantearse realizar acciones cotidianas que vayan a favor de la sostenibilidad (cómo la reducción del uso de bolsas plásticas), o incluso plantearse pequeños cambios en el estilo de vida para ir a un lugar más en armonía con el medio ambiente (como puede ser la creación y utilización de la compostera).
Ahora esto también plantea algunas dudas como ¿qué significa realmente el concepto de sustentabilidad?. Sustentabilidad o sostenibilidad se refiere al equilibrio que hay entre una especie y los recursos de su entorno para que perdure en el tiempo. Según como yo lo entiendo y adaptándolo a la vida cotidiana, el ser más sustentable vendría a ser adecuarnos más a la naturaleza y los procesos naturales, no hacer que la naturaleza se adapte a nosotros, pensando en cómo afecta a un futuro las acciones que estoy tomando (o no tomando) o las cosas que estoy comprando. Esta adaptación, que sería más como una vuelta al orígen, debería venir en todas las partes de nuestra vida. Desde lo que comemos y cómo lo cocinamos, pasando por el saneamiento y qué pasa con esos deshechos (ya vamos a hacer un artículo hablando más en detalle de este tema), hasta nuestro hogar, ¿de qué materiales está hecho? ¿es energéticamente eficiente? ¿qué pasa si quiero reformar?.
Y cómo este es un blog de arquitectura y diseño vamos a centrarnos en este último punto (si les interesa después podemos hablar más en detalle otros aspectos de estilos de vida sostenibles). Para ordenarnos vamos a arrancar hablando primero de la construcción de una casa desde cero, y luego de la reforma.
¡Empecemos por la casa de cero!
En este caso antes de arrancar a construir, es cuando podemos realizar más acciones y también tenemos más opciones para ir hacia el lado de la sostenibilidad. Y esto implica que también tenemos muchas cosas por pensar, ¡y más decisiones que tomar!
Acá lo primero que hay que tener en cuenta es el emplazamiento, ¿dónde va a estar la casa? ¿ciudad? ¿campo?, y la ubicación, ¿puede elegir a qué punto cardinal quiero que mire? ¿de dónde sale el sol y por dónde se oculta?.

Conocer el lugar en el que va a estar ubicada la casa, cómo es el terreno, cómo es el clima, de dónde sale y por dónde se oculta el sol, son cosas esenciales a saber para adaptarnos a la naturaleza y lograr que nuestro hogar tenga una mirada sostenible y sea acogedor. El trabajar el proyecto de nuestra casa tomando en cuenta todos estos factores es trabajar dentro de lo que se llama Arquitectura Bioclimática.

Vamos a dar algunas ideas muy generales de cómo actuar para que vayan entendiendo a qué nos referimos. En una latitud y clima como el Uruguay colocar los ventanales más grandes mirando al norte y que el techo sobresalga en alero, esto lo que hace es que en invierno (que el sol está más bajo) entran los rayos solares a través de la ventana calentando todo el ambiente, utilizando el “efecto invernadero” que produce el vidrio a nuestro favor, y en el verano (que los rayos solares caen más verticalmente) el alero no deja entrar los rayos directamente creando sombra; para el verano si es posible es bueno tener otra ventana en la pared opuesta para crear ventilación cruzada.

Y de esta manera sólo con el emplazamiento y alguna decisión de diseño, nos ahorramos muchísimos recursos, energía y dinero en calentar la casa en invierno, y en enfriar en el verano.
Con el tema materiales hay muchísimo para hablar, y de a poco en próximos artículos nos vamos a ir adentrando más, por ahora lo principal para seguir próximos a sostenibilidad es evitar lo más que se pueda materiales importados (sabemos que no es tan fácil), y buscar o investigar opciones en bioconstrucción o en madera. Actualmente se tiene la creencia que si no se construye con ladrillo o bloque la construcción no va a durar nada, o se va a caer, o no va a ser confortable, y realmente no hay nada más alejado de la realidad. La verdad es que la madera y la tierra fueron los primeros materiales de construcción, xq la gente usaba lo que tenía en el entorno para construir (muy acorde con lo de adaptarnos a la naturaleza), y muchas de estar construcciones han durado más de 100 años, y ¡sin humedades!

Este párrafo de los materiales sólo quiso ser una pequeñísima introducción para ir abriendo un poco nuestras cabezas, y que ya trataremos en profundidad próximamente. Además de la elección del material con el que vamos a construir algo muy muy muy importante, es la aislación térmica de la casa, ya que eso es lo que nos va a hacer una gran diferencia a la hora de ver cuanta cantidad de energía recursos y dinero gastamos en calefaccionar artificialmente la casa. La aislación térmica va a depender del método constructivo que elijamos: puede ser muro doble de ladrillo con poliestireno en el medio; incorporación de lana de roca o lana de vidrio, en el caso de steel framing o wood framing; en bioconstrucción con tierra, la tierra mismo actúa como aislante térmico gracias a su gran inercia térmica. Lo importante es recordar lo importante del aislamiento térmico en una casa para el ahorro de recursos y dinero.
¿Y si estamos pensando en reformar?

Bueno en este caso la ubicación ya está dada, no la vamos a poder cambiar, pero sí debemos conocer el clima y el comportamiento del sol para sacarle el mayor provecho que podamos. Observar si las decisiones que se tomaron en su construcción fueron bioclimaticamente buenas, si estamos viviendo en la casa esto lo vamos a saber casi por instinto: ¿hay alguna habitación de la casa que sea demasiado caliente o fría?, ¿aparece humedad en alguna pared en particular?, ¿esta pared da al exterior?, ¿entra la brisa en el verano, o queda el aire como estancado?, respondernos todas estas preguntas y alguna otra, nos va a dar la pauta de que aciertos o fallas puede haber en la casa, y que pensar en modificar primero a la hora de reformar.
Anteriormente hablamos de la aislación térmica, y cómo se pueden imaginar, acá sigue siendo igual de importante. Si la casa térmicamente funciona, hay un gran paso ya realizado, y si no, parte de la reforma podría ser agregar esa aislación térmica que falta. Lo más fácil que se me ocurre y que sirve para la mayoría de los casos actuales es realizar una sobre pared con yeso (en las paredes que dan al exterior) para agregar en el centro un aislante como puede ser lana de vidrio o lana de roca.
Una reforma ya implica cambios, y estos cambios pueden venir acompañados de la mano de la utilización de materiales reciclados, o reutilizar materiales u objetos, de esta manera alargamos su ciclo de vida y seguimos de la mano con la sostenibilidad.
Después tenemos un montón de acciones y cosas pequeñas, pero con gran impacto, a incorporar que se pueden hacer tanto en obra de cero como en reforma. Algunos ejemplos pueden ser: la recolección del agua de lluvia para la ducha o la cisterna; el tratamiento de las aguas grises para riego, utilizar luces led (que tienen un consumo de energía tremendamente inferior a las incandescentes o de bajo consumo), elegir electrodomésticos energéticamente eficientes, aprovechar al máximo la luz del sol, elegir equipos de aire acondicionado con recuperación de calor.
Este artículo quiso ser un llamado a la reflexión y a salir un poco de la caja para pensar cómo puedo incorporar en mi construcción, reforma o en el día a día el adaptarnos a nuestro entorno, y el vivir de un modo un poco más sostenible. Cómo ya fuimos aclarando este tema da para hablar mucho más que lo que se puede abarcar en un artículo, se pueden escribir libros hablando de eso. Pero esperamos que por lo menos alcance para iniciar una reflexión al respecto, y que a la hora de construir o reformar la casa saber que también en ese momento podemos estar en armonía con nuestro entorno.
¡No dudes en escribirnos tus comentarios o reflexiones al respecto, o consultarnos en caso que te hayan surgido dudas!

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